La decisión de la imputada de negar su participación en el intento de homicidio exhibe la diferencia de estrategia en relación a Sabag Montiel, que hasta ahora se negó a declarar y de acuerdo a los registros fílmicos y fotográficos es quien empuñó el arma que apuntó contra la vicepresidenta,
Brenda Uliarte, la novia de Fernando Sabag Montiel, concluyó anoche su declaración indagatoria ante el juzgado que lleva adelante la investigación por el intento de homicidio contra la vicepresidenta Cristina Fernández de Kirchner, donde negó su participación en el atentado, informaron fuentes judiciales.
Mientras tanto, Sabag Montiel, imputado por gatillar un arma contra la vicepresidenta el jueves pasado por la noche, se negó nuevamente a declarar, luego de ser llamado por la jueza María Eugenia Capuchetti para ampliar su declaración indagatoria en los tribunales de Comodoro Py.
El imputado se negó a prestar declaración pero dijo que su pareja, Brenda, no tuvo nada que ver en los sucesos.
Ambos fueron trasladados ayer a la tarde desde sus lugares de detención por la Policía de Seguridad Aeroportuaria (PSA), con custodia de la Policía Federal Argentina (PFA) hasta los tribunales federales, donde tienen despacho los defensores oficiales.
Uliarte, de 23 años, fue trasladada hasta los tribunales federales de Comodoro Py desde la sede de la Policía Federal, en el barrio de Villa Lugano, donde contestó solamente las preguntas del abogado defensor y se negó a responder preguntas del juzgado y la fiscalía.
La joven es investigada por tentativa de homicidio, hecho sobre el cual su abogado defensor realizó al menos seis preguntas y en todo momento ella negó su participación. Según se pudo reconstruir, la vieron “entera” y no se mostró nerviosa.
Antes de iniciado el acto de indagatoria, a Uliarte se le exhibió toda la prueba, incluida el arma que empuñó Fernando Sabag Montiel el día que cometió el atentado contra la vicepresidenta.
Uliarte dijo que lo que le mostraron no era de ella, y sólo concurrió al barrio de Recoleta esa noche para acompañar a su novio, con quien salía hace un tiempo. Además, aseguró no tener conocimiento de que Sabag Montiel fuera capaz de hacer lo que hizo.
También habría afirmado que lo que pasó le parece aberrante y que si hubiera sabido que su pareja iba a hacerlo, no se hubiera quedado en ese lugar, más allá de que ella tenga diferencias con el partido al cual pertenece la vicepresidenta Fernández de Kirchner. Finalmente, Uliarte indicó que no tiene odio.
La decisión de la imputada de negar su participación en el intento de homicidio exhibe la diferencia de estrategia en relación a Sabag Montiel, que hasta ahora se negó a declarar y de acuerdo a los registros fílmicos y fotográficos es quien empuñó el arma que apuntó contra Fernández de Kirchner.
Al negar la participación en el hecho, Uliarte rechazó también haber sido parte de la planificación del atentado.
Previo a la indagatoria, tras llegar al edificio de Retiro esta tarde, la joven fue conducida en medio de un fuerte operativo de seguridad hasta el quinto piso para entrevistarse con el defensor oficial Gustavo Kollman.
Cerca de las 19, Uliarte fue llevada al juzgado que conduce María Eugenia Capuchetti para prestar declaración. “Va a declarar”, habían adelantado fuentes con acceso a la investigación que, a la vez, señalaron que podría buscar despegarse de Fernando André Sabag Montiel (35), el hombre que intentó dispararle en la cabeza a la vicepresidenta.
La diferencia de estrategias procesales podía evidenciarse desde que el defensor oficial que representa a Sabag Montiel, Juan Martín Hermida, se excusó de defender también a Uliarte por “intereses contrapuestos”.
En tanto, ayer la magistrada levantó el secreto de sumario que le había impuesto al expediente el último domingo horas antes de la detención de Uliarte, concretada en la estación Palermo del ferrocarril San Martín.
La Justicia Federal incorporó al expediente una serie de fotos que lograron extraer de la tarjeta de memoria del teléfono celular de Fernando Sabag Montiel, lo que para los investigadores acredita cierto nivel de planificación del ataque ocurrido el jueves de la semana pasada.
Fuentes de la investigación aseguraron que se trata de fotos en las que se lo ve al ciudadano brasileño y a su novia Brenda Uliarte con una pistola Bersa como la que fue utilizada en el fallido y con las municiones secuestradas en el marco de la investigación en curso.
Entre las fotografías hay una del arma presuntamente utilizada por el agresor con seis balas sueltas y dos cajas de 50 municiones cada una, que serían las secuestradas durante uno de los allanamientos.
El hecho de que las balas sueltas sean seis sería un indicio que una de ellas fue utilizada para probar el arma, dado que cuando la policía la secuestró en el lugar del hecho tenía cinco proyectiles en el cargador, mientras que una pericia realizada sobre el revolver días después arrojó que tenía restos de pólvora, lo que demostraba que había sido utilizada en el corto plazo.
Según lo que lograron establecer los peritos en tecnología, las fotos fueron tomadas varios meses antes de concretarse el intento de asesinato y forman parte de la prueba que se le exhibía esta noche a los imputados en sus respectivas declaraciones indagatorias previstas para esta tarde.
Las fotografías quedaron grabadas en el SIM y la tarjeta de memoria del teléfono celular Samsung A50 del hombre detenido y pudieron ser recuperadas por los investigadores, más allá de que el aparato se reseteó cuando intentaron extraer la información en el marco de los primeros peritajes que se le realizaron al teléfono en la causa.
Fuentes de la investigación confirmaron que la existencia de más imágenes darían cuenta de la supuesta premeditación del ataque, a la vez que por estas horas se está intentando corroborar si los agresores realizaron inteligencia previa en los alrededores de la casa de la Vicepresidenta en Juncal y Uruguay.
Durante la tarde de ayer, el canal de noticias C5N publicó un video en el que se puede observar cómo Sabag Montiel y Uliarte llegaron juntos al lugar del hecho la noche del jueves cuando el ciudadano brasilero (radicado desde 1993 en argentina) le apuntó a la cabeza a la Vicepresidenta con una pistola Bersa calibre .32 que tenía 5 balas en el cargador.
“No es un loco suelto, no son solo él y su novia, pertenecen a un grupo de ‘heaters’ que se sienten representados por algunas ideas políticas, aunque no está acreditado que tengan respaldo de ningún espacio”, señaló una fuente de la pesquisa.